Freddy Kalvo

Don Marcos y los gorriones

 

A Don Marcos Serafín

que ama la naturaleza

su alma, posee grandeza,

como todo un paladín.

Siempre tiene en su jardín

lleno el cuenco de agua dulce,

para que el gorrión endulce

su canto de enamorado,

que en los bosques ha cantado

pa´ calmar tanto agridulce.

 

Y sus manos laboriosas

ya surcadas por los años

siempre al pie de los castaños

siembran flores, siembran rosas.

Sus miradas primorosas

dibujando van colores,

al nacer de los albores

que iluminan las mañanas,

su cabeza con sus canas

y su corazón de amores.

 

Cantan lindas melodías

don Marcos con sus gorriones

que han unido corazones

con muchas algarabías.

¡Adiós las melancolías

no existen ya las tristezas,

a cambio, solo hay ternezas,

nacidas para natura,

que con toda su hermosura

nos regala sus purezas!

 

Y a Don Marcos yo le digo

en mis décimas escritas

que no habrán flores marchitas

si él da vida como el trigo.

Y, si el gorrión es su amigo,

volará siempre contento

zigzagueando en el viento,

sobre pinos y laureles

porque usted, le da las mieles,

con pureza y sentimiento.