Diego Riofrío Vivanco

INTROSPECCIÓN

Siento como la Muerte me abraza 
el corazón que es sangrante gemido 
como una ofrenda a todo lo perdido, 
su beso en mi boca es rígida tenaza. 
 
Anhelo subirme a la fúnebre barcaza 
y triste beber en las aguas del olvido, 
triste por la desgracia de haber nacido 
condenado a portar una frágil coraza. 
 
Maldigo la vida con espinas y flores 
sobre un sendero que yace marchito, 
almas muertas me brindan sus olores. 
 
Navaja, veneno y cuerda: mi infinito. 
para calmar por siempre estos dolores 
y sangrar libre si arrepentirme del delito.