La mujer se para frente al micròfono..
tiembla, transpira, balbucea,
ha preparado su discurso y debe hablar..
ve a la concurrencia y aprovecha la ocasiòn..
debe enviar su mensaje hiriente y subrepticio..
lo hace.., lastima, desgarra..
la gente aplaude sin saber
que el mensaje tiene un destinatario especial.
Yo, que todo lo percibo intento"decodificar"
y solo una frase tuya reverbera en mi mente:
"el hombre ya no està".
Claro.. (me dije), excelente oportunidad
para colgarse el cartel de:
"Estoy disponible".
Pero esa mujer sabe en sus entrañas
que ese hombre nunca se habìa ido,
mas bien, fuè expulsado, fuè "trocado"
en truques de ocasiòn.
La mujer sabìa que èl serìa muy ùtil
en sus horas vacìas, o mas bien "llenas" de vacìo.
Aquel hombre reclamaba su atenciòn
pero ella estaba esperando el instante de gloria
y la gloria llegò, y el hombre fuè puesto en cuarentena.
Las entrañas de la mujer recuerdan aquellas palabras del hombre:
"la gloria es efìmera"...y la gloria comenzò a desvanecerse.
Como una silueta de humo, la gloria se fuè diluyendo..
mixturando con el aire invisible...
y el lunes llegò otra vez, cruel, impiadoso,
llegò para quedarse y otra vez la oficina...
la pantalla, las facturaciones, el hastìo.
Los ojos cansados se cerraron intentando buscar una salida
pero no la habìa, porque aquel escenario y aquella multitud..
ya no estaban.
Eran ecos de una semana "evaporable", hoy..la realidad golpeando.
Y aquella voz que se declarò pùblicamente ya del pasado...volviò
y resonò en sus oìdos y en su alma...
la consciencia castigò, hablò y dijo..
"Imbècil...no lo supe escuchar"
y los autoreproches...y las culpas y el llanto..
volvieron para instalarse otra vez...
aquel hombre nunca se habìa ido, solo esperaba un poco de atenciòn,
la atenciòn que merece un ser amado,
pero la mujer cegada sòlo viò "la gloria".
Hoy, la mujer llora...no sabe què hacer...
su actitud ha matado al amor, lo ha trocado
por humo...simples y efìmeras siluetas de humo
que trocò por un amor que era el mas grande...
Aquella gloria se fuè muy pronto, durò lo que dura una semana
la otra gloria, la de aquel hombre enamorado y dispuesto a amar..
se le escapa de sus manos, lo ha expulsado, sòlo ella puede volver a
t r a e r l o
Èl espera porque nunca se fuè, y sabe que para ella
serìa fàcil volver a buscarlo...cuando la gloria pasara..
Èl sabe que cuando se ama no se troca, no se suplanta
solo se ama
se comparte pero no se relega
se crece pero no se abandona
se disfruta pero sin "canjear".
Èl sabìa que el lunes ella llorarìa por èl.