Cuando los milagros se agoten
Y el ser humano no se someta a los relojes.
Cuando ya no se le rece a Dios ni dioses,
y a los delincuentes no se les espose.
Cuando al colegio no vayan profesores,
y de amor no hablen las canciones.
Cuando el dinero sea todo lo que tienen los nobles,
y ya no se esperen más generaciones.
Cuando lo demos todo por perdido,
y todos piensen en el suicidio,
tú, quédate conmigo.
Y nos las arreglaremos cada año
para sobrevivir a ratos
y luchar contra quienes se interpongan en nuestro camino
para vivir todo aquello que nunca pudimos;
solo que no sé cuánto queda para ese Cuando,
pero aún puedo esperarlo otro tanto.