IVAN DE NERVAL

DESPERSONALIZACIÓN

Fui una persona

que derrochó su amor

en una timba de póker.

Aposté mi corazón

con un full de ases

en el verde tapete de la primavera,

la primavera

siempre juega

con una escalera de color

de tréboles o azucenas,

golondrinea en los tejados 

orificados por el sol.

Exiliado en las sombras del invierno

y sus espejos congelados

fui tornándome tormenta,

borrasca de berridos

hasta convertirme 

en un número de granizo

moribundo en un oscuro charco.

Tecla de un piano roto,

tarjeta sin crédito,

farola sin luz,

teléfono sin llamadas,

dato perdido en la nube,

puticlub sin sexo,

pentagrama sin fusas,

psiquiatra sin locos,

vena sin sangre,

beso sin labios,

máquina obediente del Capital.

Un robot que sueña

con ovejas eléctricas.