Jorge Horacio Richino

LA VIDA POR TI

 

 

Palpitaba de amor en mi ventana

al escuchar tus pasos que anunciaban,

que iba a verte pasar muy perfumada

con tu garbo y tu estirpe de gran dama.

 

Después gran malestar me fastidiaba

que impedía mi pecho respirara,

por culpa de no haberle dicho nada

ni siquiera a la imagen de tu sombra.

 

Y a tu espléndida gracia ya entregado

tan solo me queda reunir coraje

para hablarle a tus ojos almendrados.

 

Mi promesa será de siempre amarte

y ofrecer con alarde muy de majo  

que únicamente a ti voy a entregarme.

 

 

 

Jorge Horacio Richino

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