IVAN DE NERVAL

LA MUERTE NOS IGUALA.

He muerto tantas veces

que me encanta resucitar.

Ver como florece el día

o como decrepita el atardecer.

Me disparan, me acuchillan...

No entiendo mi pecado o delito

pero, bueno, la poesía es crucifixión

y cuando te aplauden, algo has hecho mal.

Sin tragedia no entiendo la poesía,

sin locura no entiendo al poeta.

Todos conocemos la historia del madero

y la lanza o la serpiente

siempre aparecen como sueños divertidos.

Isaac nació cuando Abraham contaba cien años

y Sara una decena menos

y los predicadores lo afirman sin rubor.

¡ Y María era virgen ¡

¡ Y Diós poseía personalidad múltiple !

Y el rebaño bala y aplaude,

hasta Satanás es más coherente.

Las margaritas comienzan a florecer

y los púberes se empalman con facilidad,

la noche sigue siendo oscura

cuando la luna mengua hasta desaparecer.

¡ Rezad por vuestros seres queridos,

cantad por vuestras victorias inútiles !

Por suerte existe la muerte

para que dejéis de rebuznar.