BambĂș

LOS POETAS

Vosotros,
los poetas,
los que apenas naufragáis
porque tenéis las palabras que os salvan,
navegáis con vuestro lenguaje
hasta alcanzar lo que deseáis.
Con vuestras palabras encendéis lámparas
y deslumbráis pajarillos en la noche,
os sentís grandes y poderosos...

Los que no poseemos el lenguaje,
los que no somos grandes
ni poderosos,
los que apenas tenemos unas pocas palabras
como una tabla de salvación,
apenas unos restos de naufragio,
solo podemos balbucear:
¡sálvenme!

Y quizá
con un poco de suerte, algún poeta,
navegando en su potente fragata,
nos alumbra,
nos deslumbra,
y nosotros,
humildes náufragos sin remisión,
nos dejamos salvar.