J.K.

Romance, arena y olas de mar : Matsukaze (brisa en los pinos)

El vendaval disfrazado,
su leve eco de serpiente
envenena el arbolado
golpeándolo de frente,
envuelve al cielo de negro
con soplidos incesantes,
oscureciendo al enebro
brotado en sueño ambulante.


Tambalea el débil nido,
hueco en la copa de mi alma,
desprendiendo lo mecido
cada vez que el aire brama,
quebradiza está la rama,
habitada por zorzales,
roto queda el pentagrama
falto en notas musicales

 

¡Y esos tímidos zorzales!
Entonando un canto triste
en el viento hacen estancia.
¡Y en su vuelo hay huracanes!
Ondulada brisa embiste,
oscilando con constancia.


Impetuosa brisa infausta
fluctuante está por el bosque,
causando una lluvia exhausta
de bañar el horizonte.


Mordiéndome en el oído
enmascara la desgracia
de ser presa en el sonido
de los paisajes que arrasa.


En mis manos vive el frío
al que cubre de nostalgia,
con su lluvia limpio vidrios
donde tu figura danza