Mónica Ledesma Villegas.

CERCA DE MÍ

Quisiera no sentir tu recuerdo vagando por mis venas, alimentándose de ellas como un tornado que llega, destruye y se va.

Siento la estación de otoño como si fuese en alta mar, pérdida, en una balsa sin remos, sin dirección desde que tú no estás aquí, cerquita de mí gorrioncillo de humo.

Quisiera tener alas para salir a buscarte, tomarte de la mano mientras saltamos de planeta en planeta, hasta llegar a los anillos de Saturno o, a lo más recóndito de Plutón.

No tienes idea de cuánto te extraño vida mía, tu ausencia me provoca una terrible melancolía al saber de tu partida, después de que juraste amarme, cuando ya era tarde para tarde.

Esta agonía me consume bajo 40 grados, no soy feliz e intento sonreír; en esta vida aún me queda mucho por cumplir.

Voy a construir en tu honor un castillo con piedras de León, con tus iniciales grabadas en lo alto de la sierra por si decides regresar a los brazos tibios de mi querer en noche buena.

Hoy dormiré mirando tu retrato, empañando con migas de pan su cristal, por todos los gratos momentos con los que me enamoraste en el pasado que no he de olvidar ni siquiera atrapada por la soledad.

No quiero morir de tristeza, regresa, añoro tu presencia, sácame de las tinieblas. ¡Ven, ya no quiero agonizar portando este desmesurado antifaz color ciruela en medio del mar!

Llévame a tu lado, no me abandones en este plano terrenal.