susoermida

SOMBRAS DE UN NIÑO.

 

 

 

Hay un niño dentro de mí

que tiene por herencia el susto en sus ojos.

Va su mirada allá donde el destino

guarda la referencia de los golpes:

así fue, así tocó, así es y así se delata.

 

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I

 

 

Hubo un tiempo en que nací entre alamedas.

De espaldas a lo cotidiano que iba a venir.

Poniendo monedas en los raíles del tren.

Mientras, mi amigo, (que quiso irse)

jugaba a ser hombre y entre sus manos de callo intacto,

liaba un cigarrillo de hojas secas de vid:

tiempo traspasado, madurez senil.

 

 

Frente a mi casa había un monte de verde salvador

y sobre él pasee mi torpe curiosidad,

mi temple virgen: viví entre barbas de la tierra,

caminos claroscuros, rocas,

testigos de esencias naturales.

Y adoré las cumbres donde el aire

tiene un sentido de balcón abierto.

Subí los montes, los pechos maternales de la tierra,

y encontré la libertad y casi mi origen,

mi rumiante pasado, mi heredad, y viví y nací.

Y un día transcurrió un sueño,

fue como un éxtasis,

y cuando volví me encontré frente a un espejo:

mi cara llena de espuma aplastada

y participando en mi piel

y metales talándome el rostro.

 

 

Hoy sigue allí el monte

compitiendo con mi rostro.

Mis árboles van al blanco

cada vez que talo mi semblante.

Y me llena de curiosidad

ese afán depredador.

 

 

Y me llama la atención algo

que al lado mía.....me dice:

\"...nosequien llego a nosequesitio

y dentro de noseque habrá un algo más

para llegar................\"

Y otra vez al lado mía:

\"....queenosequesitio a nosequien

porunnosequemas de una disputa política...

(que coincidencia el final de la palabra

y que bien queda junto a la otra)

por un algo de hierro y botones

de tecnología avanzada,

podía devastar una amplia......\"

 

 

En el marco de mi ventana y a lo lejos

pasa un niño corriendo con un aro delante de él

y miro el aro y sus vueltas

y siento escalofríos.

Y otra vez, como terco loro,

al lado mía alguien dice:

\".....los estados cumplen una función

de igualdadsocialparatodosigual...\"

Las palabras se salen del altavoz,

melosas, convincentes, subliminales,

caen en mis oídos y casi me excito.

 

Y dale:

\"....el pueblo tiene su derecho y debe ejercerlo

con la autoridad propia que de él emana...\"

Casi me corto de los espasmos.

Y después que el capital ganó.........

Y después que una industria vertió..........

Y después que un niño trabaja............

Y sigue el aro dando vueltas.

Sigue \"casi\" todo igual a estos años de mi edad,

lo único que ha cambiado es la forma de domarnos.

Del látigo que veíamos pasamos a la ceguera

alegre del consumismo y del individualismo:

para callarnos, de lo subliminal hicieron arte.

Mañana me \"pagaran\" la extraordinaria del silencio.

 

 

II

 

 

Hubo un tiempo que nací sin golpes,

con el residuo intacto y sentado de vez en cuando

junto a la iglesia parroquial

(fui monaguillo en ejercicio de curiosidad)

y vi entrar por la gran puerta de la casa

gestos graves y encopetadas vestimentas,

fuertes golpes en los pechos y miradas conmovidas.

Y ya dentro, vi caer monedas

contadas a hurtadillas antes de la intención,

y manos que removían mi pelo,

y miradas que me lamian el alma,

(yo no representaba ningún supuesto peligro,

al revés, sin pedirmelo yo era su lobezno).

Y en la puerta más grande

(la más pequeña de las iglesias)

Vi entrar gente de desgastadas camisas,

rodillas humildes y abortados bolsillos

ir a los rincones rechazados de una mezcla,

Allí los cuervos ni les miraban,

ni tenían reinos ni condados para comprar el cielo.

 

 

Y sufrí la teoría del asombro,

(intacta y de una sola entrega)

vi las manos suplicantes y abiertas.

Vi almas salirse por los ojos

y ojos secos de tanto mojarse,

manos como vid y dedos como sarmientos.

Y vi otros ojos indiferentes

y sentí un mazazo de encolerizada injusticia.

 

 

III

Como muriéndome a escondidas,

o reviviendo a veces en una ceniza

llena de latigazos y recuerdos.

O como un dolor recién hecho

Deseándose lleno de una paz.

O adornándome en circunstancias,

como estadísticas de tribunales.

 

 

O instalado en la eterna pregunta...

 

Así se alberga en mí la duda

que edifica todas las intenciones.

Es así y así por veces, constantemente,

arreciándome, ciego,

juntándose en mí los cósmicos residuos

de una duda y de un camino.

O guardando calendarios entre mis cosas,

Pasados, llenos de golpes y signos dudosos,

o incluso de vacíos y pálidos días.

 

 

A pesar de todo conservo una actitud

en el residuo, un frío que se precipita

sobre la pregunta y sobre el llanto.

Tendré que esperar la vigilia de lo terso.

Que mi piel se vuelva surco cejijunto,

que venga yo fui y se vaya yo soy

para así poder comprobar mi herencia.

Para entender este reloj, estas horas

arteriales que golpean las preguntas a diario.