Nader Sinnugrot

Guerra y libertad.

 

... Y luego más tarde nos sentimos claustros por la realidad creada de un sentimiento ingenuo, que sólo existía entre nosotros, antagonismo leve entre dos; convirtiéndonos en víctima y verdugo al juntarnos.

Esa noche con un leve movimiento alce mi brazo acobijado del ser frustrado, adormecido caí en el mármol desgastado sin saber, sin poder, con mi corazón ya agotado,
Nublado de vista y entendimiento me llene de pavor, el frío era desconsolante, temblor implacable de un amor ya vacío; pude ver cómo el sordo a la música, aquella falda llena de flores sobre la alfómbra. Tu cuerpo desgastado junto al mío, llenos de todo y todo nos marchito.