Fracasé por primera vez, incluso antes de comenzar,
incluso antes de levantar la lapicera y escribir mis primeros peores versos;
fracasé antes incluso, de mis errores ortográficos,
fracasé antes de intentar escribir mi primer relato.
Fracasé ante cada verso que alimentó mi ego.
y ante cada mirada que ostenté inmortalizar,
tan ciego y tan mundano.
Fracasé a los diez, a los veinte y también fracasaré los treinta si persisto en el intento,
Fracasé intentando hacer poesía, novelas, ensayos y también cuentos.
Fracasé por creerme un escritor, y ser solo un cronista de mi propia vida;
fracasé por escribir por miedo a la muerte, y por miedo a morir de amor,
fracasé bajo los rayos del sol, y encerrado en mi cuarto por días,
Fracasé por querer ser escritor, sin querer contar la vida y contar solo lo mío;
fracasé al descubrirme mortal, con arrugas envejecido.
Fracasé tantas veces desde un comienzo,
que ya comienzo a creer, que quizás si valga la pena.