¡Mátenme! ¡Mátenme si alguna vez olvide amarla! ¡Mátenme si algún instante me olvide de valorar el amor que ella me daba! ¡Mátenme! Quiero morir sin gloria, mátenme de un balazo, dispáreme por la espalda, mátenme si olvide, mátenme si dudé, si no supe que me amaba.
¿Nadie sabe lo que tiene? ¡Mienten! Yo sabia, yo sabia, yo sabia que tenía entre mis manos lo más valioso de esta vida, lo que tanto buscaba, yo sabia que guardaba sus suspiros, sus anhelos, y sus sueños, me sabía dueño de su alma blanca, yo sabia que el amor que en su pecho crecía me pertenecía mas, ¿de que sirvió saberlo? ¿De que cuidarlo con cariños? ¿De que amarlo con amor sin intereses?
¡De nada! ¡De todo!
Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde… y yo que tanto me sabia dichoso de tenerle, y yo que tanto la adoraba, ¿la he perdido? ¿En que momento deje solo este cariño? ¿En cual hora desgraciada lo perdí? ¿Dónde fue que no mire perderse tu alma? ¡Nunca! Díganme loco pero tú sabes, lo sabe el mundo, no te he perdido, no, no y ¡no!
Me han prohibido tu cuerpo, tus brazos y tus besos, me han prohibido tocarte pero aun te llevo dentro, dentro me duele tu alma, no por querer escapar como por que quema de tanto que ama, dentro me llevo tu esencia, como aroma de flor hermosa, aun guardo tus esperanzas, que con la mía juega sola, dentro me llevo tu amor, dentro te guardo, muy dentro donde se que nada, que no sea la muerte, me la ha de arrebatar.