walter rafael aguero gomez

Tú, eres luz entre mis brumas.

Miré mi brújula, 

había perdido el camino.

Los contrarios eran maestros

que me regresaban al propósito.

Mi traje de mediocre

me hacía culpar a otros.

Rompí las cadenas

de mis creencias;

removí los obstáculos

de mi corazón.

Las normas

eran distractores

qué me quebraban, 

distraían,

deprimían.  

Entré a tu cancha

a jugar

en el pasto de tu amor;

eras una pequeña gota

que cambió el océano

de mis dudas.

Tus reglas eran universales,

en tu terreno

solo valía la empatía,

la tolerancia,

comprensión, 

paciencia,

justicia...

Mi renuncia

es ofrenda al Creador,

paso a paso,

envuelto en paz,

vivo el ahora.

Al caminar a tu lado,

el vuelo de las aves

muestran nuestro amor;

los niños se visten de alegría;

la vejez

es agradecimiento a la vida.

Tú palabra

hace brotar de mi interior

la realización de mi ser, 

acto mágico de amor

que reconoce la eternidad de tu alma.

 

 

 

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