Furtivo

Sin quejas ni reproches...

No hay quejas ni hay reproches, ser amantes fue el destino

Los dos sabíamos bien,  a que nos exponíamos.

Sin medir las consecuencias  cruzamos la frontera

nos hicimos a la mar, juntos izamos las velas,

como en un juego , transgredimos las reglas

 y nos dejamos llevar.

Tanto a ti como a mí nos gustó sentirnos vivos

nada hay que reprochar, solo es sexo dijimos,

cuando la tarde de aquel día, ya el sol se ponía,

se fundieron nuestros labios en un beso,

y luego vinieron otros y luego fuimos por más…

A quien se habrá que culpar, si nos miran de arriba?

a mis ganas de tenerte o las tuyas de ser mía?

dejaste la puerta abierta y yo no llamé al entrar

Nunca hablamos de amor, siempre fuimos pasión

Fuimos hoguera encendida, volcán en erupción

dejamos la piel desierta  amándonos sin piedad

calmamos nuestra sed bebiéndonos la miel,  

y nos fuimos acostumbrando…

Pero hemos llegado hasta aquí, jugando a las escondidas

Y la vida nos acorrala para tomar decisiones

No vas a echar por la borda el mundo que has construido

los caminos se bifurcan por diferentes razones.

Cuando te eches a andar, no te vuelvas para verme

Se que sientes en  tu corazón el fuego que aún nos quema

Yo cargaré con la pena de perder en este juego,

llevaré siempre en mi espalda cicatrices de tus uñas

Y en mi alma la cuña de  este amor a contramano.

Custodiará la memoria todo cuanto hemos vivido,

Lo que el corazón ha  sentido en esta historia prohibida

es la tinta con que escribo estos versos que me inspiras

mientras la hoguera que encendimos se va volviendo cenizas

me iré despacio de tu vida,  tragándome el orgullo

y si quisiera el olvido borrar de mi piel tu huella

dirá el silencio a la brisa,  Que desde el día que fuiste mía,

mis pensamientos son  tuyos y mi corazón tiene dueña...

Furtivo