Ruth González Galindo

HONRANDO A PAPA

Elevo alabanza a Dios

Por tu vida padre mío,

Porque fuiste buen capitán

De nave a la deriva

En  fuertes vendavales de esta travesía.

 

Que fácil es hablar de un número

 Contados los días parecen nada,

Pero cada día tiene tiempo valioso

Es por ello, tu presencia a mi lado, yo valoro.

 

Lograste suscitar valor en navegantes abatidos

Te forjaste guerrero en medio de luchas,

Ejemplo de aprendices inexpertos

Sucumbir ante naufragio enseñaste:

No es, en ningún modo, opción en la vida.

 

Quien mal te juzga es porque ignora

Tus avatares tempestuosos,

Tus lágrimas, fueron rocío sobre la siembra

Procurando rosas entre los espinos. 

 

¿Quién superarte puede, quien de todos tus hijos?

¿En fe, arte, valía, conocimiento y sabiduría?

Siendo Dios tu baluarte y tu guía

Ceñido fuiste con laurel de triunfo.

 

¡Es cierto, Dios cambia vidas!

Revestido en su gracia fuiste luz,

Yo como tú  a Él sometido estoy

Dejaste en mí el legado de fe.

 

A tu tumulto no traigo más lágrimas

En cambio traigo honra a tu memoria,

Vigentes ante el altar estuvieron

Las plegarias de mi madre y las tuyas.

 

He aquí, un siervo más a los pies de Cristo,

Tal fue el anhelo; Servidor de Cristo soy,

Como tú, querido viejo.