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DESLUMBRE

DESLUMBRE

Cualquier manjar que al paladar se ofrece

en plato de magnífico brocado,

crea dudas, por mucho acicalado,

al comensal que en la cautela crece.

 

Mas si el comiente es necio y adolece

del vicio de soberbia, en su pecado,

se sentirá, por el lujo, agasajado

y su orgullo dictará que lo merece.

 

El adorno desvía la mirada

de lo esencial, lo torna intrascendente

si lo envuelve en falsos oropeles.

 

Pero una vez la fiesta terminada

dará la digestión con lo evidente:

nos vendieron chiribitas por claveles.

 

Jose Cruz Sainz Alvarez