Alas lejanas.
(31/05/2003).
¿Qué misterioso caballero se encuentra detrás de esa armadura de oscura coraza, desesperanza y agonía?. Los ojos de mi alma traspasan esas murallas y bajo un árbol veo a un hombre sosteniendo un reloj. En su tiempo detenido, espera con dolor la llegada de su amada, que camina en un lejano lugar. De su mirada detenida en la imagen difusa de la lejanía, brotan lágrimas que bañan sus mejillas…
No nota mi presencia, pero puedo ver su corazón brillante y esperanzado de amar a esa mujer de la distancia. Planto mi mano en su hombro y la silueta del infinito se desvanece… él grita: - ¿mi amada, mi amor, a donde fue?. Sus ojos de niño voltean de dolor y se clavan en los míos, le regalo una sonrisa consoladora y él responde con una sonrisa. De su dorso florecen cenicientas alas y se eleva gritando: - eres tú!, eres tú!, mi musa creadora!, mi ave celestial!…
al fin llegaste, valió la pena esperar -. ¿Yo?...
¿yo soy quien esperas?.
Los caminos se alejan!… ¿como puedo corresponder ese amor, cuando un abismo nos separa?. Camino lejos de él, pero su alma vuela fascinada hacia mi, me toma de la mano… nacen mis alas!... Presiento un gran dolor, angustia, desconsuelo, desilusión… no!, no!, sus alas!!!… sangran!!!, por Dios!, no me sueltes!!!... esta cayendo!!!… no logro alcanzarlo!... pero, renueva su vuelo!, vacilando con gran esfuerzo viene hacia mí, sus alas aun sangran mucho, que terriblemente dolor, pero sonríe y sus ojos brillan llenos de llanto…vuelo a su lado pero no puedo!, me alejo de él, un viento me lleva!, pero él me sigue, aun continua ahí sonriendo y llorando…
Despierto en otro lugar, no logro verlo no se donde esta y mis alas no están…
La brisa me susurra una voz… es él…su voz llega a mis oídos con claridad: - Sé feliz mi ave celeste, sé feliz. Un día tus alas y las mías volaran en el cielo de un mundo que quizás no sea este, ya sé donde encontrarte y siempre te esperaré “ahí”, mi eterna niña bella, mi dama de años atrás.