Que cosa la del ser humano,
añorando abrazos que despreciamos
deseándolos cuando es imposible rescatarlos
cuando se impone la vida y precisa alejarnos.
¡Qué cosa la del ser humano!
Añorando besos mientras la bacteria corroe nuestros los labios,
deseando compañía mientras el gobierno nos mantiene aislados.
Aislamiento impuesto rodeado de personas,
añorando correr en doble autopista cuando es de una vía.
El silencio ataca y el bullicio huye,
Recordar es vivir, pero, ¿de que valen esas memorias?
La esperanza de la grama implora que la toques,
unicornios azules queriendo volar por sus montes,
llama el aire que no se puede respirar,
llama la sonrisa cuando se está en un funeral,
llama el cuerpo que no se puede tocar,
llama el día sin nubes cuando se está enclavado.
¿Quién, quien puede entender al ser humano?
La salud es imperativa cuando se desaniman los órganos.
Se precisa el doctor cuando hay cierre en hospitales,
la hospitalidad falta cuando no hay que comprar en el supermercado.
Pero, ¡quien entiende al ser humano!
Las desgracias abruman y todavía no reflexionamos.
La madre naturaleza implora y reclama
sus gritos cayendo en oídos vagos, al menos, claro,
…cuando las aguas azules se convierten en fango.
El sol sale casi siempre en vano, los que ven se molestan
y el ciego hipando por un segundo adorarlo.
La lluvia cae y el mundo huye,
más el que tiene sed por ella ese aturde.
¡Qué cosa la del ser humano!
Abraza, besa, corre, ama,
solázate en lo más mundano,
sonríele a tu vecino sin pretensiones vanas,
ayuda al desamparado aunque no tengas ganas,
que puede acabarse el mundo y no dejaste marca.
©LeydisProse
3/24/2020
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