Lucas de Almeida

A la memoria de Agustín Herrera.

Recién lo he sabido, aun no lo creo,
Te has ido lejos y para siempre;
Y aunque alguna vez yo lo he pedido,
Me lloro el alma, quizás si fuiste amigo.

Quien lo diría, tantas cosas compartimos,
Discusiones severas, Pirqui de por medio;
Escenarios aplaudidos en un acto,
Si hasta incluso te digo, eras Güemes,
Y yo a tu lado, como gaucho, rezaba tu muerte.

Te confieso, fuimos casi enemigos,
Y aun así siempre imitarte quise,
Adoración reverencial trastocada en celos y odio.

Cruel condena, te matara lo único que unía,
Y es así que un borracho hoy llora a otro;
Espérame en la celestial barra, oh amigo.