Hoy es mi día, me prendo a la eternidad
en un suspiro libre y tierno de equidad,
en ese oasis que fertiliza el amar
con la tonada dulce que tiene mi mar.
Hoy me entrego fiel y totalmente a mi sino
sé, tendrá siempre para mí un hermoso trino,
fusionado con acordeón y guitarra
más el melodioso canto de la cigarra.
Hoy, perfecto momento de entregar el alma
a la paz blanca que viene en sagrada calma,
en un céfiro tierno de verde esperanza
donde mi sino empieza hermosa la labranza,
para entregarme mi mundo lleno de amor
y hacer en mi tierra los surcos de dulzor.
Hoy nace en mi inmortal alma, una nueva estrella
la que borrará eternamente esa triste huella.
Yamila.