Calma nos brinda la furia de Zeus,
mientras el manto de Neptuno cubre el desierto.
Invoca la lluvia el crimen de Prometeo
y se desborda sobre las fraguas de Hefesto.
Mordimos el fruto dorado,
escupiendo el pecado de Discordia.
Ya no hay más compañeros de Artemisa
Y la carga de Atlas perdió los dones de Afrodita.