Ami

La Muerte de un Ser Amado

 

Todos somos únicos;

todos tenemos algo especial,

y cuando partimos, dejamos un vacío

que nada ni nadie pueden llenar.

 

El dolor de la separación no se puede evitar,

pero queda la consolación

de cada grato momento recordar.

 

No es un adiós, sino un ¡Hasta luego!

Ese ser amado

se nos ha adelantado

a atravesar el umbral

que separa lo divino de lo terrenal.

 

Las lágrimas el dolor expresarán

y los tesoros en el corazón lo consolarán.

 

Gracias a Dios

por todo los buenos tiempos vividos

y por el día en el que nos sabremos reunidos.