RIMUZ

Dame Señor tu mano (Del libro Cantos de Alabanza)

Dame Señor tu mano.

Ansioso de poseerte

te busco en todo resquicio

te inquiero en todo momento.

 

Dame Señor tu luz.

Que ella apagué la aurora

su lumbre indefinible

todo mi ser añora.

 

Dame Señor tu verbo.

Absoluta y eterna llama

corazón sin entorno

tu recuerdo mi sangre avizora.

 

Dame Señor tu yelmo.

Eterna y dulce coraza

el apego a todo lo bello

endulza con el mi alma.

 

Dame Señor tu risa.

Presente en todo momento

en cada flor que se abre

en cada oración que en mi aflora.

 

Dame Señor tus ojos.

Cristalinos y radiantes

luzca de ellos su sonrisa

su fuego hirviente me amarre.

 

Dame Señor tu morada.

En tu arrullo sea un recuerdo

y en mi alma la ilusión

de ser mi corazón tu aposento.