Daira Hernández

APASIONADAMENTE LOCA.


Un momento y de repente, me perdí

en algún lugar de mis viscerales emociones

indomables, inquietas, inestables.


El ego se me subió hasta los párpados y

hedonista se tiro un clavado hasta caer

en una profunda mediocridad.


Me encontraba entonces yo llorando,

lamentando me, por no saber flotar.
Y justo antes de lograr ahogarme,

toque el fondo, de toda mi realidad.


Estoy apasionadamente loca

y si no me amo yo, nadie más lo va a profesar.
Ahora si llegue a la orilla,

justo a tiempo para volverlo a intentar.