Fimer

Martes

Hasta el martes a la noche no me percate,

De cierto asunto de consecuencias irreparables.

Al ver fluir lenta y viscosamente roja pintura

De la mesa central hacia la alfombra,

Cualquier coherencia entre mi sentir por ese pequeño ser

y mi trato, quedo salpicado en la negra alfombra.

 

Somos gigantes para pequeños seres,

diminutos yo’s.

pequeños aprendices,

Viéndose guiados por el príncipe de los caminos.

Tan lejos están.

 

Ingenuo amor infantil,

Tapando errores con diario.

Pequeñas manos carentes de motricidad,

Aprietan tan fuerte esta soledad,

La ahogan como un gigante noble.

Extinguen incendios con colores,

Y llenan la mesa con risa.

 

Ingenuo amor infantil,

traga miradas destempladas aparentando olvidarlas;

Como nosotros, ayer.

Somos nosotros mismos, Tragando injusticias desde la caída Babilónica.

Hasta este martes en la noche no me percate,

Que debemos ser héroes, no villanos.

Los accidentes, a veces, destapan corazones.