La indicación es clara, tomáme cada que te olvide junto a un vaso de agua para aligerar la caída.
Pero te preguntarás, por que habrías de tomarme tú... si yo soy quien olvido como me amas.
Todo lo que tenemos en nuestras manos es lo que creemos merecer; hoy estoy sobre tu palma y quiero que al tomarme te acuerdes de mi, quiero que me saboreés desde que llega la imagen de mi a tu mente, que roce tus suaves y grandes labios, que me toques con tu lengua y me absorbas completa. Quiero recorrer todo tu cuerpo y saber cual es mi efecto en ti. Quiero saber si hago palpitar tu corazón y contraigo tus músculos o causo felicidad en tu organismo, quiero saber si te calientas conmigo o solo estoy de paso y provoco somnolencia. Quiero que me tomes no solo de las piernas y de las manos, quiero que sostengas mi alma e ingieras pequeñas dosis de mi al día hasta que lo comprenda.
La única contraindicación es no sobrepasar la cantidad pero...
hay drogas que nos encantaría tomar toda la vida incluso si no es la mejor receta del doctor.
Tú papel ahora es justificar una receta por faltas,
te amo C.