Kathya.

Cuarto para las dos

No logro concentrarme, escribir una puta rima 

¿No lo vales? 

Trato de convencerme de que si lo haces

Diez para las dos,

el llanto cae sobre mis mejillas, 

tu imagen acurrucándola aún no se quita 

Mi alma está azul, ¿acaso no lo puedes notar?

¿Cuanto tiempo voy a esperar más para tu regresar? 

Ha pasado un minuto, las canciones se vuelven aún más tristes 

Sigo esperándote, mis ojos se tornan grises

 

Regresa, que te necesito, regresa ya 

Olvídala, dime que soy la única

Dime por fin que no te interesa más 

Miénteme, dime que eres mío 

Y yo te diré que soy tuya, como siempre has querido 

Que te encanta cuando paso mi mano detrás de tu oreja 

Que ya has dejado las mentiras, el cigarro y la cerveza