Alek Hine

YA NO QUISO SER DIOS

No aguantando la carga
que se echase a los hombros,
y en la cruel soledad
—soledad muy sui géneris,
singular, sin igual,
al ser único Él
como Causa incausada—,
el omnímodo Eterno
se cansó de ser Dios;
revocó su omnisciencia
y poderes sin límites; 
dimitió de su cargo
y, cual un jubilado,
hora vive en retiro
—todavía más lejos,
más ausente de todo—,
apartado del mundo,
que sufrió la resulta
de su gran decisión:
las plegarias humanas
se volvieron inútiles
—ni las oye siquiera
en lugar tan remoto—;
al haber abdicado
de su esencia, ya Dios
no realiza más actos
milagrosos de fe,
se extinguió su virtud
de abrogar los preceptos
en el físico orden,
de natura las leyes.

En su actual circunstancia,
el Señor del ayer,
que no tuvo principio
pero sí tendrá fin,
pasará por el óbito,
vivirá su deceso
como todo mortal,
y en el sueño absoluto
en que sume la parca
hallará su reposo,
dormirá de continuo
para siempre jamás.

Monday, February 25, 2019