Sin duda alguna todos recibimos una misma herencia: la biológica y la cultural, y sin bien una, la primera, nos viene de manera natural resulta que la segunda es producto de muchas variantes tales como el entorno, la lengua, el clima del lugar donde se nace y se vive e incluso otros aspectos más profundo como la historia pasada; los avances médicos y científicos nos dice que los genomas biológicos ya los hemos descifrados y ahora ya es tiempo de hacer un tanto igual con el genoma cultural y ello para poder saber y comprender lo que somos y por qué actuamos y pensamos así como lo hacemos, cuáles son nuestras posibilidades e incluso nuestras amenazas. Tengo la certeza – y que es algo más que la creencia -, de que cuando una persona evoluciona mediante la lectura, el conocimiento e incluso la intuición ocurre que al mismo tiempo se ha ido preparando para comprender mejor los distintos aspecto de ése el momento presente que vive: evolución.
Hoy, y a pesar de todo esto dicho arriba, pareciera que por algún lugar o en algún momento nos hemos detenido, nos hemos estancado e incluso diría que nos hemos perdido; pensamos así – yo lo pienso -, los que desde esta Europa escribimos, estamos presencialmente pero que no tenemos seguro del todo en qué lugar estamos dado que, a estas alturas, el llamado Tercer Mundo en cuanto a injusticias, pobreza y amenazas políticas ya no es un lugar específico y lejos de esta nuestra frontera continental. Hace años - tantos como 25, más o menos -, alguien al que conocí por un corto espacio de tiempo, ya muy mayor, y que fue profesor universitario en Bélgica, país al que huyó en el tiempo de la dictadura del fascista Francisco Franco, me dijo mientras tomábamos café frente al mar en el Paseo de Las Canteras en Canarias, África, que “la mayoría de los gobiernos europeos ya habían empezado a suprimir de las escuelas, los institutos e incluso pronto de las Universidades la asignatura de Historia a la que consideraban poco menos que un peligro para la memoria histórica del continente europeo”. Pasado este tiempo la asignatura de Historia como el resultado de unos hechos acaecidos aún está ahí, en las Universidades, otra cosa bien diferente es qué Historia, cómo se cuenta ésta, quiénes nos dicen, hablan y escriben de ella.
Esto que llamamos “evolución”, una parte de ella, nos ha preparado para aprender rápido y así vemos a niños hoy capaces de hacer, pensar y actuar de una manera impensable hace poco menos que medio siglo atrás; lo malo es que, pareciera, que esta enseñanza está y va dirigida en una sola dirección, de lo contrario no se explica el caos que cada vez vemos delante de nuestros ojos. Si en un tiempo atrás se creyó de la desaparición de la asignatura de Historia y no se hizo pero se desvirtúa ésta ¿qué decir del por qué a la Filosofía como materia humanística e intelectual ya practicamente no se ejerce actualmente? A lo que yo – como pensamiento-, he llegado es a algo tan sencillo como a creer que estamos antes el agotamiento cultural, político e incluso moral de esta Europa ya vencida desde dentro misma de ella. Estoy convencido, viendo cómo hablan muchos políticos de la derecha europea, que a lo que se teme – a lo que temen ellos -, es a la liberación del Hombre de esta incultura impuesta por ellos. Quizás – y sin quizás -, aún no es tarde para decir y hacer saber que cuando nosotros los humanos nos liberamos de la ignorancia, del miedo e incluso del odio al diferente y así conseguimos los bienes necesarios ocurre que también cultivamos el pensamiento crítico y fomentamos la compasión.
Nota aparte:
En el momento en que escribía este artículo oigo en una emisora de radio unas declaraciones del que en su momento fuera Vicepresidente del Gobierno del Partido Socialista Obrero Español en tiempos de Felipe Gonzáles, Alfonso Guerra; en éstas y en su afán de ejercer de ultraderechista de la política española actual (antaño de izquierda) y con la intención de desacreditar más aún al actual Presidente del Gobierno español dice que: “La política que está llevando a cabo el actual Gobierno español con relación a Catalunya es la propia, dice, de un gobierno africano y cita, como ejemplo a ¡¡¡Yemen del Sur!!!. Pregunto: Desconoce este ignorante y analfabeto político español servidor hoy de la ultra nacionalcatólica España que Yemen del Sur ya no éxiste como país de África ni de ningún lugar del Planeta?. Éstas son las consecuencias del querer quitar la Historia de las escuelas, de los institutos y de las Universidades.
Manuel Meneses J.
7/2/2019.