Izandro

El Lado de tu Cama

 

Recogí tus cabellos de la almohada,

Y guarde tu aroma de la sabana

En el pequeño cofre de mi alma,

Y no quise tocar hasta un nuevo día,

El lado de tu cama… que ahora esta vacía.

 

Hoy el cielo amaneció con una luz grisácea,

Y acaso adivinó de tu partida,

Hoy el sol se ha puesto triste,

Y me ha contado su melancolía…

Te vio partir, y se partió su alma.

 

Esta mañana la brisa que entra por la ventana,

No lleva el aroma de la playa,

Ha entrado un perfume a rosas abandonadas,

Y las cortinas se han estrujado,

Al mirar, el lado de tu cama, ahora tan callada.

 

Te he despedido, con un beso en la mejilla,

He tocado tus palmas, con la suavidad de una quimera,

He acariciado con mí respirar, el dorado brillo de tus cabellos,

Y he vuelto a acariciar con mi mirada,

Tu cuerpo esbelto, que fuera mío.

 

Me guardo sobre la piel, y en el fondo de mis entrañas,

El tibio calor, de tu cuerpo cuando dormías,

Y es que se rehundía cada parte de mi ser,

Cuando a tu lado, se desprendía mi alma,

Por ser parte de tu vida,

Por ser herencia de tu alma.

 

Esta mañana amaneció muy gris,

Y es porque el sol se ha puesto triste,

Esta mañana no hay cantos de gorriones,

Ni aroma a alhelíes en la ventana,

Hoy te has vuelto a ir,

Dejando vacío, el lado de tu cama,

Y hoy mi corazón, dejó de latir,

Para esperar por ti, como cada mañana.

 

Hoy se despiden los calendarios,

Y se alejan de la bruma de las teas enmarañadas,

Hoy renacen mis sentimientos,

Y casi mueren viejas pasiones,

Hoy, el día sigue siendo gris,

Para soñar con el mañana,

Cuando ojalá nazca el sol como merece,

Para volver a oír tu canto alegre,

Y no volver a dejar…

El lado de tu cama… que ahora, esta vacía.