No quise o no supe
preguntar antes,
ni avisar de mi osadía.
Cumplido encubierto
en el chaparrón.
A mi vera, parada
se mojaba.
Enfrente la luz
roja, ella y yo.
Me acerqué traidor
con mi paraguas
sin mostrar malicia.
Ya no se mojaba.
Me miró, paraguas
en mano y saltó
a un lado. Le dije:
Si te quieres mojar
allá tú. Y volvió
a mi vera, paraguas
en mano, en vano
pasó el auto
y salió corriendo
por descalza
calzada
aún lloviendo,
implacable diluvio.
cíclico. épico,
bíblico.
Quedé solo yo
y mi paraguas.
No volví a verla.
Muchacha, dulce
quinceañera.