Andrea Valentina

Amarillos

No puedo ocultarme del amor

de su boca en llamas

de su beso que bebe mis palabras antes de decirlas

y sus manos que tocan mis caminos,

robustas, perfectas, me tocan,

me acarician una y otra vez,

desplegando sus caudales dentro de mí,

sus estrellas dentro de mí.

 

Mi amor de pájaros,

como un plato caliente en invierno,

como una sonrisa súbita que se llena de dientes,

y absorbe las tristezas de las horas.

Mi día maravilloso como un silencio,

como una sorpresa que se aparece

y borda con hilos de tiempo mi nombre entero

Andrea Valentina

mielándome en un temblor audaz

y vuelve, en el río todavía de mi cuerpo,

cada noche para beber las palabras que no digo,

y estallar en mi boca que no calla.