LeAnDro silencio es salud en soledad

Caídos …

Los cuervos esperan su tajada pacientemente de los perdedores, mientras que los cuerdos siguen bebiendo del agua podrida de los floreros, tan caprichoso voy a pico seco con el vaso vacío, viendo apasionadamente tu forma de bailar, arrinconada en esa jaula liberada, loca desatada sin que te importe más nada.   Me acerco a tus sueños dando vueltas en tu cabeza, mientras suena un tango conocido, tarareamos juntos la letra y comenzamos a bailar, yo tan volcán derramando con intensidad toda su ira, en agonía, ella una isla olvidada en medio de este inmenso mar que recuerda con frialdad a un viejo naufrago quien le hizo daño ya hace muchos años.   En el triste bar nos cruzamos por casualidad, sin penas y sin glorias, dos ángeles de alas rotas que cayeron de los pecados marginales, buscando simplemente pretextos para sanar sus cicatrices, si pudiéramos desatarnos de los recuerdos vividos, seriamos un infierno, y así caigo en la noche de tus labios, en la madrugada de tus hermosos pechos y esas largas piernas entreabiertas, el desayuno de la mañana. Leandro Conte..