Axl Barrón

Ábside inundada del goteo de su tropélico sortilegio.

 

“Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.” –  Jaime Sabines

 

 

Ahí da su aldaba pirotecnia y megáfonos. Molde inimitable, milimétrico y galvánico.

Ah, ida mis piernas en periplo de una arruga de bache de Barbeytia y su arteria.

 

 

Tobillos y engranaje olor marbete con sabor acúñame. Los llamaste a polarizar.

Elipses cárdenas, volcanes dóricos y abejas vitrificaban mis heráldicas pupilas y orejas.

De soslayo, incisivo e ignífugo tu parteluz y sonido a mi purpúreo parterre y su blindaje.

Broca ecuménica latente.

Seductor reguero de mis dedos afásicos y mis agnósicas lenguas.

Tierra y límites mordisqueaban el perfume del celofán y estalactitas, sucedáneo inoculado en mis nubes por tus uñas.

¿Sinceridad en el coliseo?

Claro está que sin recorrer las cortinas ahí estaba yo con la bifásica silueta y antifaz isómero.

Pero estaba.

                                                            

                                                                                   

(El rapto de Europa)

Lo que flota en el mar es:

Un sarcástico martillo originario de Urano.

Un pícaro reloj de arena fundido en tu talle.

Un binomio de élitros sobre el alféizar de tu ironía y humor.

Un día de ruido. Una prímula de espejos. Una gama de sogas.

Una litografía por cada zafiro en tus plexos, párpados y cuello.

Una mirada de peldaños que rueda por las paredes y pinceles del castillo.

Un balde lleno de pavimentos y presagios. Todos con sus hilos auxilios a tus fraguas.

Un armamento decidido y violento en forma de baldosas donde camina tu holística belleza.

 



Tu pelo flotando como el humo por la ventana del coche.

Tenía ya un bunker en cada hora, en cada brazo y obelisco para tu brontofobia.

Monumentos de rescoldos. Cuchillo afilado de pacto.

 

 

(Soleve mi tono opaco tu tinta y núcleo).

¿Un perdón por cada girasol en la Toscana, Italia?

¿Un perdón por cada confianza y jarrón roto de Los Girasoles de Van Gogh?

¿Un perdón por cada girasol ciego y por cada honestidad eclipsada?

 

 

Cada mes es mayo

Tengo muletas hechas de tus besos

Paraguas de canciones

Acuarelas para las burlas y bromas

Semillas de simbiosis

Noches de ópalo

Días sin parabrisas

Manos de baños de espuma

Una ciudad de sillas para esperarte