Ivette Troncoso

ME PRENDASTE!

Luego de un encumbrado tiempo de pasión;

entre tus brazos, en tu calor, en mi humedad,

me miraste a los ojos, y mientras creí que

derretía de amor, dijiste “me gustas tanto”

y le siguió la demostración de aquella afirmación

que sin lugar a dudas dejaste por sentado en mí.