En los ojos de la tristeza, cuando álguien se aleja,
en la soledad que duele, cuando un amor nos deja,
en los besos que añoro, cuando no estás presente,
en las caricias de mi madre, cuando por amor lloro.
Urgué en mis recuerdos... de tiempos añejos,
en mis sueños más profundos, de una noche en calma,
en mi mirada felina, cuando de ti me enamoro,
en los versos que escribo para decirte te amo.
En el libro que leo de rondas infantiles,
en la muñeca pálida que un día perdí.
Te busqué en mi pasado... en mi primer amor,
en mi colegio, en el pizarrón.
En el piano y en de los coros de la iglesia,
en mi adolescencia y el tiempo ya ido,
en mis intimos pensamientos y sueños fallidos,
en mis arcanos secretos, que nunca supiste.
En mis mejores amigos, que nunca los viste,
te busqué en cada navidad, en la casa familiar,
en mis lágrimas furtivas, que fueron de melancolía,
en el alma del guadual, que gritaba tu nombre al pasar.
En la brisa marina, cuando hablé con el mar,
en mis reconditos deseos de tenerte a mi lado,
te busqué en la felicidad esa tan anhelada,
en el rocío, al amanecer, cuando mi cara acariciaba.
De la noche, en la oscuridad, cuando salieron fantasmas,
en la ansiedad por tus besos, cuando me sientí triste,
en la melodía sin igual, de una canción de antaño.
También, te busqué en los puertos
y en las embravecidas olas del mar.
Yo le pregunté a la luna, a las estrellas y al mismo sol...
Mi búsqueda fue en vano, porque siempre estuviste aquí,
aquí dentro de mí ser…aquí te llevo por años,
aquí estuviste por siempre, aquí arraigado a mi alma.
¡Yo te busqué en vano, porque nunca estuviste ausente,
siempre estuviste a mi lado!
Felina.
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