Adolfo Flores Facundo

Sábanas del vuelo

En este camino blanco, tu cuerpo

se acuesta,

se desliza y disfruta. No es un camino

para los pasos, sino para el vuelo,

el sudor, las bombas y los cantos.

No tiene hora de salida,

ni tiempo que lo ate al destino.

Un ángel de gozo lo mantiene fresco

y el placer se embriaga de golpe

y el placer no acaba la sed.

Es más fácil borrar las heridas

cuando estás desnuda,

aunque luego retornen

siempre será pretexto para borrarlas

otra vez.