Pedro Aros Castro

Mi argumento, tu sustento



Mi cántico
tu susurro
su argumento
vuestra desesperación

mi sombra
tu resquicio
su apetencia
nuestra contemplación

mi pócima
tu elixir
su acertijo
vuestra comprobación

mi gracia
tu lujuria
su entereza
nuestra admiración

la diáfana
la lumínica
la esporádica
tu fascinación

un eco
un fragmento
una percepción
nuestra elevación

mi deseo
tu agonía
su discreción
nuestra encarnación

mi sueño
tu anhelo
su suavidad
nuestra reciprocidad

mi canto
tu recelo
su ansiedad
nuestra temporalidad.