Marijose Luque Fernandez

Amanece

Caía en picado hacia el fondo del acantilado

entre las grises nubes sin luz alguna

el alma se perdía.

 

Gritos sordos, lamentos

silencios camuflados

entre los susurros de la vida.

 

La sonrisa aun prendida

ahogado el llanto,

cicatrizando la herida

la sal que derraman

fantasmagóricas presencias

 

Recupero ya mi espacio

mis sueños, mis alientos

hálito de vida, que batallaba,

cuando mi carcelero del ayer

fue sembrando miedo, pánico, pena

oscuridad en el fondo de mi alma.

 

Abandono mi coraza,

dejo que el sol inunde mi ser,

la luz sea compañera

en mis viajes

de la vida que deseo.

 

Solo yo soy el destino de mi alma,

de mi vida, de mis sueños,

anhelos que son por mi, dictados,

corazón latiendo.

 

Aquellas raíces que mantuvieron

muerto mi ser,

mi latido,

mi sonrisa,

son parte de mi vida.

 

Existencia que fortalecieron

mis adentros,

para dejar de ser miedo,

de ser NADA

ni NADIE en el camino.

 

Amanece que no es poco.

 

Marijose.- Gracias mi querido niño.

Fotografía  my_an_by_duongquocdinh-d8aqvnz