Corría una noche fría de Junio
como corría la mas profunda desazón por su cuerpo.
Empezó a recorrer las aceras mas solitarias que él,
buscando algún encuentro.
De compañía solo tenía recuerdos tan precisos
que le permitían escapar de esa situación,
viajando con su mente eficaz a través del tiempo.
Cómo volver a sentir viejas emociones no sabía
aunque por las noches fue lo que más anhelaba
fue así como se adueñó de su bravo corazón
su mejor amiga, la melancolía.