Intensa.loretta

Desvarío

Fue un viernes, aquel encuentro furtivo,
capricho del destino, haber coincidido.
Antojo varonil, tan dulce como atractivo,
que caló un corazón tristemente perdido.

No es que quiera creer, no puedo, no creo.
No es que anhele sentir, no debo, no siento.
Sueño de mujer, sus manos en mi cuerpo,
saborear los besos, adivinar sus deseos.

Sé qué su festín no es para mi tarea,
sólo soy quién lo desgusta y aprovecha;
él me tiene, mientras cómodo le sea.

Y aquí estoy, siempre a la espera, alerta...
mi mente se rehusa, mi corazón se entrega.
Pero sé qué, su corazón, le pertenece a ella.

Fecha 10.03.2018