kavanarudén

Súplica

 

 

Regálame una sonrisa
para mi corazón amante;
que solo quiere adorarte,
amarte lento y sin prisa.

 

Abrígame con tu mirada,
esa que me desnuda lento,
que destruye mi cimiento
y tumba mi empalizada.

 

Tu voz es canto y poesía,
que embruja mi corazón
con su celestial melodía.

 

Tus besos ¡ay Dios mío!
Son dulce néctar divino.
Frescor en tiempo estío.