Ariello

Enhorabuena

 

Por el largo camino polvoriento

va José con su grávida María,

los sorprende una noche oscura y fría

y les niegan doquier un aposento.

 

Y los dos desafiando el fuerte viento

que a sus tres corazones oprimía,

hallan luego un pesebre que tenía 

de una mula y un buey el tibio aliento.

 

Compartieron el lecho mansamente,

luego el sueño llegó muy de repente,

pero un grito interrumpe aquella escena;

 

una estrella se ve en el firmamento,

un niñito solloza en el momento,

¡Ha nacido la paz enhorabuena!