Maryrios

Viento con sabor a vida.

En este lugar ventoso

los pensamientos navegan

sobre una tabla de surfear

y disfrutan del exorcismo que provoca la brisa.

Se vuelve una devoción

limpiar las emociones al compás del viento

y hasta parece que cada ráfaga

trae consigo la enfermedad de la locura.

Sabe a tiempo sin tiempo

a memoria

a hechizo

a resurrección.