Agustina Lorca

Partida.

 había luz en su mirada, y todo cuanto hablaba era paz y tranquilidad. Su compañía era mi refugio, mi lugar donde habitar. 

 Nunca imaginé que cuando se fuera se llevaría consigo toda mi vida, mis alegrías.  Y sólo dejaría en mi la pena y la agonía. 

Hizo de mi un jardín de ilusiones, donde plantaba rosas y jazmines de diferentes colores. 

Me ayudaba a reír y me ayudaba a caminar. Era mi guía y la persona favorita en la que yo podía confiar. 

Nunca me di cuenta de cuanto yo le quería, ni supe valorar su presencia cuando la tenía. 

Cuando se fue, me dolió su partida y con un beso en la frente me dijo: \"No me extrañes cada día\". 

Una flor  y triste melodía... 

Así sello su partida.