FHER77

Ausencia

 

Con el claro despertar de la mañana,

Vi ante mis ojos aquel raro amanecer,

Me descubrí allí intacto pero vacío,

 Y en mi ileso pero destrozado corazón,

Advertí un gélido espacio sobre mi cama,

Era la clara evidencia de tu inexistencia.

 

Creí que podría caminar pero deambulé,

Los colores, aromas y sabores escaparon,

De mi cuerpo y manos el calor se emancipó,

Mi respiración fue sin ritmo, lenta y pesada,

Aunque tibio era el aire congelaba mi interior,

Mi pecho sintió una fuerte congoja que mata.

 

Después, desperté y miré a mí alrededor,

Con un poco de entusiasmo levante la mirada,

Presuroso extendí mi brazo en tu dirección,

Quería comprobar que fuera una pesadilla,

Que nada de eso vivido pasó,

Tristemente mi mano encontró ese maldito hueco,

Lloré sin consuelo por tal profunda desolación,

Por ese tu abandono que olvidaste,

Y que despertaba ahora junto a mí.  

 

El tiempo ha pasado y marca su paso en mi vida,

Pienso que quizá yo no fui lo que querías,

Que nunca a mi lado deseaste envejecer,

Me da rabia cada que pienso que me mentías,

Cuando me abrazabas y decías que me amabas,

Cuando con tu boca jurabas ser feliz.

 

La pesadilla se materializó y engendro mis miedos,

El dolor y la angustia son dagas afiladas en mi pecho,

¡Qué más da! Vete… yo seguiré intacto pero vacío,

Cortejaré a la locura y le daré un beso apasionado,

Castigaré mis labios si desean pronunciar tu nombre,

Y es que sin ti admito que todo es distinto,

Comprendo que tu ausencia es nueva realidad.