Nohemí Martínez

Eres magia.

Me pregunto, cómo puedes enseñarme tanto en tan poco, cómo puedes descubrir cosas en mi que nisiquiera conocía, cómo puedes hacer que te quiera así, como eres, sin una pizca de cordura, cómo pueden nuestros cuerpos frecuentarse en la misma sintonía, cómo es que hacen tus labios para encontrar el ritmo perfecto cuando se posan en los mios.

¡Y tus ojos! Tus ojos me hacen polvo y también me resucitan, cómo puedes tener esa mirada que mata y que al mismo tiempo me hace vivir con el corazón vuelto loco de tantas emociones que le provocan.

Luego, están tus manos, que encuentran el lugar perfecto en mi cuerpo para descansar sus caricias. Y me vuelas la cabeza cuando de tu boca salen todas esas palabras que me dejan muda, en ese momento brillas tanto que me siento tan pequeña junto a ti.

Dejemos lo mejor para él ultimo, tu sonrisa, cuando sonríes el tiempo se detiene, todo tiembla, me robas un suspiro, tu sonrisa es tan pura y sincera, que provoca  bienestar, al verla da paz, da felicidad, quiero verla siempre, me gusta verla así.

Me gustas y agradezco al destino por ponerte en mi camino, doy gracias al universo por esta coincidencia mágica, solo le pido que nos deje varios miles de instantes más, para recorrer juntos un poco de esta corta vida.