Nancy Hernandez

NO SOY ESE ÁNGEL

NO SOY ESE ÁNGEL.

Me he mostrado a ti
con toda sinceridad,
pero hoy verás mi corazón,
como a través de un cristal,

pues no soy el ángel
que muchas veces parece,
no soy el ángel, de perfección,
en su pensar.

Y todo sucede cuando  tus ojos,
puedo  contemplar,
mirar tu cara, tu boca, labios de flor,
suaves pétalos,
que ansían los míos en besar.
Se queda mi alma sin oxígeno.
Verte genera vuelcos en mi ser,
y me atrapa el deseo...
besarte una vez...sólo una vez...
que mis besos tu desees.
                           ...Me contengo.
Sabes tú, que sólo deseo tu bien,
aunque no sea el ángel que obedece fiel,
a cambio entrego todo mi sentir,                                                   mis deseos, sueños y  placer,

sólo para que mi voz se escuche en el cielo,
sin tener que esconder que te quiero,
presentar mi sentir, puro y sincero,
por ti, que eres mi lucero.

No soy el ángel que obedece fiel,
muchas veces he deseado tu piel,
tu, mi más grande tentación,
pero a cambio de tu bien,
mi deseo, lo llevo cautivo,
siempre, bajo las plantas de mis pies.
Y te miro, me sonríes... te sonrío...
                               ...Me contengo!
cada vez, una más,
y sólo un beso, uno solo,
te he dado esta vez.
No soy el ángel que obedece fiel,
pero tengo un corazón que ama a Dios,
y te ama a ti también,
y obediente, detiene su mal andar,
y en humildad,
de rodillas por ti, a Él le clama,
por ti que eres mi lucero,
por ti...
por quien doy gracias al Cielo.
No soy ese obediente ángel,
ángel que obedece fiel,
pero a vivir aprendo,
pues de pensamientos placenteros,
una vez más me desprendo.
Amandote más, atando mis deseos.
Amandote más, amandote sin miedos.